Video: Autopista Tlaxco-Tejocotal, escenario de la delincuencia

Video: Autopista Tlaxco-Tejocotal, escenario de la delincuencia

- in Municipios, Principales, Puebla Violenta

Jésica Baltazares y Karla Hernández
Camarógrafo Paco Anzaldo

Con un tráfico promedio anual superior al millón 916 vehículos, aproximadamente 5 mil 251 diarios, la autopista Tlaxco-Tecojotal (Apizaco-Huauchinango), de 63 kilómetros de longitud, se ha convertido en los últimos años en una de las más peligrosas para circular, asaltos, levantones, secuestros, son algunos de los delitos que privan en la zona, aunque, lamentablemente, no todos terminan en denuncia, ya sea por temor de las víctimas o por lo engorroso que resulta el proceso judicial.

A pesar de las millonarias recaudaciones que esta autopista genera -hay que recordar que se encuentra concesionada- que en 2017 sumaron los 127 millones 675 mil pesos y en la primera mitad de 2018 los ingresos reales ascendieron a 63 millones 415 mil pesos (Fuente PROMOTORA PP SA de CV), las medidas de seguridad para los usuarios son prácticamente nulas.

De acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en la entidad poblana se registraron, al mes de mayo de este 2021, nueve secuestros y entre enero y febrero de 2019 Puebla se ubicó como el segundo estado con mayor número de robos a transportistas, con 528 casos.

En la zona serrana, los testimonios refieren que en la autopista Tlaxco-Tejocotal, se han escenificado diversos delitos, desde asaltos hasta secuestros y ejecuciones, aunque como, ya se mencionó, no todos llegan a denuncia y por tanto no forman parte de las estadísticas oficiales.

Pese a esta situación, la realidad es que, como se puede constatar en recorridos a lo largo y ancho de los 63 kilómetros, la vigilancia es escasa o prácticamente nula. Al ser una empresa concesionada, a la empresa PINFRA, los usuarios entrevistados se cuestionan ¿por qué no pagan por seguridad, por un patrullaje permanente en la zona para el auxilio de quienes dejan ingresos millonarios?

Datos oficiales reflejan que la autopista Apizaco-Huauchinango (o Tlaxco-Tejocotal, como se le conoce), tienes diversos seguros contratados, de Obra Civil Terminada “cuya cobertura incluye todo riesgo de incendio, terremoto y fenómeno hidrometeorológico”, señala el documento, uno más de Dinero y Valores, Equipo Electrónico, Rotura de Maquinaria y Responsabilidad Civil de Carreteras, es decir, todos prácticamente en amparo mayoritariamente de la empresa.

Historias de terror
Para nadie es un secreto que los trámites burocráticos en México, incluidas denuncias judiciales, son un martirio, tiempo, dinero y esfuerzo además del delito que lleva a la víctima a iniciar un vía crucis legal que, como también se ha observado, no siempre tiene un final feliz.

Estas es una de las razones principales por las que, decenas de afectados prefieren simplemente dejar pasar las situaciones de criminalidad que enfrentaron.

Graciela viajaba en su camioneta de Chignahuapan a Puebla, acompañada de la persona que le ayuda en su casa, después de pagar la caseta de Michac, a la profesionista la rebasó una camioneta negra y se ubicó al frente con una velocidad promedio a manera de no forzar ser rebasado por ella, una camioneta Duster negra, vidrios polarizados, con dos sujetos se le acercó por la parte de atrás y así continuaron por unos minutos.

En un primer momento Graciela no se percató de nada raro, hasta que un tercer coche, color azul, se acercó a su unidad hasta emparejársele, mientras la camioneta de adelante bajaba la velocidad y la de atrás la cercaba. Instinto de conservación, adrenalina o el terror que sintió cuando de las unidades bajaron tres sujetos presuntamente armados y se aproximaron a su puerta, la hicieron reaccionar con rapidez y lucidez, tras maniobrar e incluso causar que el vehículo azul girara a mitad de la carretera, logró meterse por el hueco entre este y la unidad frente a ella para huir de los delincuentes.

Graciela no paró, ni siquiera cuando se percató que había logrado dejarlos atrás, al salir de la pista se dirigió a Tlaxco, Tlaxcala, ya en el estacionamiento de una conocida tienda de autoservicio se soltó a llorar junto con Ana, su empleada, para luego hablarle a su esposo, en Chignahuapan, quien inmediatamente salió a darle alcance.

Eran apenas las 8:00 de la mañana aproximadamente. ¿Y la concesionaria? ¿Y el patrullaje al que se entendería están obligados como parte de su responsabilidad por el negocio que representa el pago de casetas? Nada, ni un alma. Sólo Graciela y su acompañante supieron el infierno que vivieron tan sólo de pensar qué habría pasado si no hubieran logrado huir.

Carlos, su esposa y dos pequeños hijos, viajaban de regreso de Puebla a Huauchinango, a las 6:00 de la mañana, venían del hospital, donde un familiar se encontraba grave, poco antes de la caseta se les emparejaron dos camionetas, los bajaron con violencia, a él lo golpearon y con el clásico “muévete hijo de la chingada o te mueres”, lo subieron a una de las unidades.

En tanto otros sujetos se llevaron en una camioneta aparte a sus esposa e hijos, indescriptible el terror que Carlos sintió cuando vio la escena. De entrada, le pidieron 4 millones de pesos, la negociación terminó en 500 mil, para las 12:00 del día, los cuatro habían sido liberados luego de que su familia pagara el rescate.

Sin embargo, usted puede imaginarse el movimiento en plena carretera para, detener un vehículo, que un comando armado baje a los ocupantes, los divida en dos unidades, otro sujeto se lleve la unidad de las víctimas y todo sin que haya una sola patrulla que se percate del hecho.

¿Ha intentado viajar a más de 140 kilómetros por hora? Ni lo piense, porque ahí sí que aparecen.

Nora viajaba con su mamá de regreso de Puebla, cerca de las 2:00 de la tarde, ahora, al unir los recuerdos de su mente lo narra en forma ordenada, cronológica, sin embargo ese día no se percató de los sucesos hasta que…

Un Bora blanco con un hombre y una mujer la siguieron en la carretera federal probablemente desde el relleno sanitario de Mena y una vez que Nora ingresó a la Tlaxco-Tejocotal, el auto dio vuelta en U y desapareció.

Al momento un Seat color negro se ubicó atrás de ella y se mantuvo a corta distancia pero sin rebasarla, a los pocos minutos un vehículo azul, salió de frente y le aventó un objeto al cristal de la puerta del conductor, Nora asegura que fue un bote, lo suficientemente pesado para romperlo. Instintivamente pensó en detenerse al tiempo que su mamá le decía que parara porque tenía muchos vidrios en los ojos, sin embargo en fracción de segundos reaccionó sobre lo que estaba pasando y por el retrovisor se percató que el Seat estaba más que pegado a su coche.

“Agárrate mamá porque no me voy a detener” dijo Nora y pisó a fondo el acelerador, los sujetos en el Seat la siguieron, sin éxito afortunadamente, poco antes de llegar a la caseta de Michac dieron la vuelta en U y desaparecieron.

Nora trató de hacer válido el seguro de la pista pero le dijeron que no, que se trataba de un acto vandálico y que ni eso, ni loa robos, tienen cobertura. Vaya cinismo.

Como estos, son muchos los episodios dramáticos que se han vivido en la autopista. Tan sólo en febrero de este 2021, el presidente municipal de Zacatlán, Luis Márquez Lecona fue secuestrado prácticamente a la entrada de la Tlaxco-Tejocotal, una camioneta con varios sujetos a bordo lo interceptó, cuando viajaba de regreso de Puebla junto con su chofer. Ahí empezó el calvario que terminó al día siguiente con su liberación, luego de que su familia pagó el rescate exigido.

Nadie se salva.

Otra constante llama la atención, las bandas delictivas que operan en la zona siempre buscan huir hacia Tlaxcala, solos o con sus víctimas, pero hacia este territorio donde por alguna ¿extraña? razón se saben protegidos, puede operar libremente, sin consecuencias legales porque al parecer el poderoso brazo de la justicia no llega a ellos.

Viajar por la carretera federal, por ejemplo, de Chignahuapan a Tlaxco, implica de 25 a 30 minutos, dependiendo del tráfico, por la autopista el mismo tramo se recorre, a unos 120 kilómetros por hora, en sólo 15 minutos aproximadamente, esa es una de las razones por las que los usuarios prefieren utilizar la pista, sin embargo, todos saben el riesgo.

Un dato final, pero no menos relevante, a lo largo de pista en el tramo de Chignahuapan, hay diversas entradas a caminos rurales, por donde escapan quienes cometen algún delito, nuevamente la pregunta es ¿por qué no actúa la empresa concesionada?

El problema está ahí, lo conocen, saben dónde y cuándo ocurre, falta la voluntad de actuar en consecuencia.

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