Arturo Márquez Martínez
Son varios los temas cuya fecha de caducidad para explotar está a nada de concluir. Hoy referiré sólo tres casos que implican corrupción, ignorancia y falta de sensibilidad social. Me refiero al Mercado Revolución, el reordenamiento vial y el endeudamiento de las arcas municipales.
Se cumplen ya nueve meses de que un supuesto incendio destruyera un local de ropa, y aquí surge la primera duda, ¿por qué un solo local provocó demoler toda una sección del mercado? Es de llamar la atención que el dueño del comercio en cuestión pertenece al grupo que ciegamente sigue al edil. ¿Coincidencia? Lo dudo.
Desde el primer día cerraron todo, acordonaron, colocaron lonas para que nadie viera hacia dentro y, obvio, pasó lo que tenía que pasar, demolieron de la noche a la mañana porque “dizque” ya no servía.
El proyecto de la construcción del mercado viene plagado de vicios, que inicia con una demolición cuyo costo asciende a casi 2 millones de pesos financiados por un fondo que no está destinado a ese tipo de acciones, en otras palabras, agarraron de donde quisieron, en este caso del Fortamun, fondo que –como ya lo dije– no está etiquetado para tales acciones, es una “lana” que manda la Federación para mantenimiento de infraestructura municipal, o sea conservación, remodelación, entre otras acciones.
Es decir que, aparte de todo, o son muy ignorantes y agarran dinero cuyo destino no es ese, o les vale hacerse acreedores de una observación e investigación de las auditorías locales y federales. Se ve que tienen mucha prisa de no sé qué.
Según datos del Sistema de Obras del Ayuntamiento, aparece el proyecto denominado “1ª Etapa de la Construcción del Mercado Municipal” y sólo gastaron más de 1.5 millones de pesos para derribar todo y retirar escombro, es decir, hasta el título está mal porque el documento no cuenta con un concepto que incluya construcción, “unos genios”.
Que alguien asesore al Ayuntamiento en materia de obra por favor, pero bueno, tienen tantos compromisos que hay más de una decena de manos con “uñas muy largas” queriendo, aunque sea, mal pintar una banqueta para “recuperarse”.
El conflicto del mercado radica en que el presidente municipal de Zacatlán ha dividido a los comerciantes entre los que jalan y los que no jalan con él. El grupo de jaladores obtienen como premio que les cuente cuentos de cómo va a construir el nuevo espacio, obvio ya va como en su quinta versión, a estas alturas casi, casi les promete que será como el mercado Central de Venecia, no sabe cómo ni de dónde sacará para hacerlo, pero queda porque queda. Al menos eso promete, pero ya sabemos qué pasa con sus promesas.
Lo preocupante son los comerciantes que no jalan con él. Para ellos hay amenazas directas, intimidaciones y chantajes. Preocupante porque ya empiezan las confrontaciones de los grupos al interior del mercado. Sin duda, una bomba de tiempo que lleva nueve meses parada, pero a estas alturas, en cualquier momento explota, no olvidemos que el lugar se llama “Revolución”.
Casi a la par del Mercado, otra bomba de tiempo espera estallar. Se anunció a los cuatro vientos que llegarían los parquímetros, que las calles cambiarían de sentidos porque el Ayuntamiento ya se la sabe y tiene a madres de experiencia en eso de que 1×1 es 11. Bueno, parece chiste, pero es anécdota.
Y es que anunciaron una fecha, la cual no llegó y dijeron por fin que siempre no y que aguantáramos tantito. Volvió a llegar otra fecha y de nuevo lo mismo, que no se había agotado el diálogo con la ciudadanía. Yo creo que se cansaron tanto de dialogar que mejor se sentaron a hacer “mutis”, ni volvieron a dar fecha de solución, ni cambiaron los sentidos, pero eso sí, taparon los señalamientos con la confusión que implica y muy contentos se fueron a la Angelópolis de compras o a echar novio, o qué sé yo. El chiste es que se largaron y, para variar, nomás nos dejaron un cochinero.
¿Resultado? Cuatro de los siete días a la semana colapsa Zacatlán en el tema vial: calles cerradas sin previo aviso, coches de turistas circulando en sentido contrario porque los señalamientos están tapados, dobles filas, apartado de lugares con cubetas o lo que sea; los parquímetros se quedaron en puro cuento.
El orden y limpieza que caracterizaba a Zacatlán se mancharon ante la ignorancia, soberbia y ganas de hacer negocio con todo, aunque no les salga ni uno. La movilidad va más allá del tránsito vehicular, significa economía al final del día, también es cuidado al medio ambiente y muchos rubros más. En serio, deberían leer un poco más acerca de la Agenda 2030 que promueve la ONU, se supone que tienen gente que sabe y hasta premian a arquitectos de talla mundial, pero no saben ni cómo acomodar la casa.
Esta bomba de tiempo genera pérdidas económicas y, para espantar a la administración municipal, diré que además “ahuyenta al turismo”, y es que creo solo eso les importa, lo que diga el turista, ¡ay, nanita!
La tercera bomba es un secreto a voces: el endeudamiento del municipio. Andan pidiendo dinero en calidad de préstamo por todos lados. Dicen los que saben que ya Banobras mandó por un tubo la petición del Ayuntamiento de Zacatlán y que ahora buscan por debajo de las piedras comprometiendo las arcas municipales, cosa que no ha pasado en años, ni el desaparecido Marcos Flores en su administración endeudó más allá de su trienio, mientras en la actual rezan porque les caiga una lanita prestada y los años no importan. Aguas si rebasa el crédito más allá de la administración, si no, esa si será una bomba que nunca acaba bien o se ceban.
Lo peligroso es que en el Cabildo los regidores levantan dedo, votan en automático o con la esperanza de volverse a subir en un avión para ir de viajecito aunque sea aquí cerquita. Pobres.
Más bien deberían ponerse a leer lo que votan para defender lo que tanto dicen querer, o sea, a su pueblo, a ver si así aún están a tiempo de que su paso por el Ayuntamiento no quede como una mala experiencia, recuerden que ellos y el edil son los primeros en ser juzgados por las autoridades y la sociedad. Por ahí cuentan que sólo unos pocos se ponen al brinco, confío sea para bien y no para que sus viáticos se incrementen. Ánimo.
Chignahuapan a la delantera o al menos eso parece
Un éxito la feria de Chignahuapan, dio muestra de que la organización con tiempo y disposición permiten presentar eventos de calidad. Pisaron el escenario, artistas que nunca habían estado en el municipio. “Lenchito”, el presidente municipal, anda más que contento anunciando que más de 300 mil visitantes arribaron en beneficio de la economía regional. Qué bueno que se dedique a trabajar y no pierda el tiempo en atender grillas en su contra.
Postdata: Agradezco sus muestras de cariño y hasta a los trolles que me recuerdan llamarle a mi señora madre para saber cómo está. A aquellos esquizofrénicos que dicen que yo invento novelas, déjenme decirles que no pierdo el tiempo en eso, mejor escribo una columna. Gracias por aceptar y leer “Diálogos por la Libre”. Vamos creciendo.
