Vivir en un Pueblo Mágico, ¿maldición o bendición?

Vivir en un Pueblo Mágico, ¿maldición o bendición?

- in Opinión
Diálogo por la libre.Arturo Márquez, autor de "Diálogo por la libre".

Arturo Márquez Martínez

En 2001, Huasca, Hidalgo fue el primer Pueblo Mágico del país, un año después, Cuetzalan del Progreso se convirtió en el primero de Puebla. A partir de esa fecha, empezaron rasgos de progreso e impulso económico para tales municipios y es que, si bien la federación apoya con muchos programas de fortalecimiento turístico, los requisitos eran excesivos, incluso para pertenecer a ese “grupo de beneficiarios”.

A Zacatlán le llegó el nombramiento en 2011 gracias a gestiones y acuerdos de buenos negocios privados entre el desafortunado –y sumamente desequilibrado– intento de político y, en esa época, secretario de Turismo, Ángel Trawitz (alias el “Perro Guarumo”) y el presidente municipal de aquellos tiempos junto con otros muy conocidos personajes, pero quién soy yo para juzgar. Eso lo hará la historia.

Dirían por ahí, “haiga sido como haiga sido”, Zacatlán, resultado de esas artes, ya era Pueblo Mágico.

Sin embargo, a la par del nombramiento también aparecieron crecientes índices delictivos no antes vistos y particularmente algunos que no eran el común denominador en el pueblo, como robo a comercios, de autopartes, cristalazos y hasta carteristas.

Aunado a esto, también llegó otro fenómeno, la competencia desleal, además del abuso o engaño, que viene siendo la misma cosa.

Cito un muy personal ejemplo, en cierto negocio de artesanías en Zacatlán, ofrecían una capa con la imagen de Moctezuma, pregunté y la empleada me explicó, “es de lana planchada elaborada aquí en el municipio, vale 450 pesos”. Ajá, en realidad no era más que una cobija de fibra sintética elaborada seguramente en Chiconcuac, Estado de México. Imagínese si un mexiquense hubiera preguntado –y vaya si tenemos turistas de esa entidad– descubriría el engaño, pero la culpa habría sido nuestra.

En el municipio de Zacatlán, más desordenado que mis hábitos alimenticios, llegan comerciantes supuestamente artesanos, con baratijas de procedencia china en muchos de los casos, agremiados en agrupaciones radicales y, peor aún, se hacen pasar por gente del municipio.

Venden más barato, más corriente y desplazan al que sí es artesano o comerciante local. Sus figuras, ofrecidas como talladas a mano, no son más que impresiones en 3D producidas en serie, sus supuestas capas de lana, meras cobijas que no llegan a los 100 pesos, y son vendidas hasta 400% más caras, un absoluto abuso a los ojos omisos de la autoridad municipal.

Sumemos a esto el caos vial, otra incompetencia de la autoridad que no pone solución. Un mercado sumido en el abandono porque carecen de un proyecto que genere el “interés” o negocio indicado para los patrocinadores del edil, entre muchos factores más que hacen que la ciudad se desquicie.

Por si fuera poco, también aparecieron los altos precios o abusos, para ser más claros. A la redacción han llegado diversos reportes de esto, por ejemplo, una tradicional orden de tlacoyos, 70 pesos; unas crepas, 85 pesos. Ya hasta parecemos locales de comida en feria de pueblo.

Por cierto, gracias a los muchos mensajes que nos hacen llegar lectores de Por la libre, o lo que es lo mismo, gente prudente e inteligente.

Ojalá alguien me saque de las malditas dudas de que ser Pueblo Mágico sea más beneficio que otra cosa. Mientras los que vivimos en Zacatlán vemos que solo piensan en el turista, toda oficina de gobierno ya quiere ser museo y ahora hacer un trámite es un peregrinar. Pero eso sí, al turista mostrarle lo bonito que está el pueblo.

El presupuesto federal que ha recibido el municipio de Zacatlán por ser Pueblo Mágico, al menos los últimos cuatro años, ya redondeado nos da una cantidad de cero pesos con cero centavos (moneda nacional). Sí, ni un peso ha llegado a las arcas locales, en otras palabras, pertenecer a un grupo selecto, ya no es más que adorno.

A eso sumamos que en los últimos dos años de la administración de Rafael Moreno Valle aparecieron más pueblos mágicos que Oxxos. Una larga lista de municipios que hoy sufren el abandono presupuestal y hasta turístico, lo único que queda es el nombre.

¡Algo está podrido en Zacatlán!

La violencia desatada, eso sí, en el Pueblo Mágico. Este lunes se sumó una víctima más de la delincuencia organizada. Solo se escuchan rumores, nadie se atreve a opinar, mucho menos a declarar sobre el tema.

Creo que hay un secretario de Seguridad Pública Municipal, no estoy seguro, es que su presencia no se nota, pero también dicen que aparece en la nómina, lo raro es que nunca salga a declarar ni pío, que no, por lo menos, arme aunque sea una campaña de esas de prevención del delito, nada, solo silencio y dejar pasar, eso preocupa y mucho.

Al secretario que no le gustan las cámaras para informar, creo que ese es requisito pa´ chambear en esta administración, sólo le agrada dedicarse a posar para la foto. Algo huele mal, ¡algo está podrido!

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