La famosa vitamina T de tamales resulta que no es para todos los mexicanos
Los tamales se han convertido en uno de los antojos más consumidos por los mexicanos, y más en las mañanas que se antoja algo calientito, pero hay situaciones en las que esto no puede ser recomendable.
Y sí, pareciera ser que el platillo de mole con pollo, dulce con crema, verde con carne o las famosas guajolotas no están diseñadas para todos los estómagos.
Pues hay casos en los que no es recomendable ingerir este alimento debido a los impactos negativos que podría tener en la salud. Continúa leyendo y entérate de los detalles.
Nuestro país ocupa uno de los primeros lugares en enfermedades relacionadas al sobrepeso y obesidad, según lo dicho por la UNAM en un boletín.
Y, desafortunadamente, el tamal es un alimento con un alto nivel calórico, un tamal de 200 gramos aporta alrededor de 515 calorías.
Pero, ¿quiénes no pueden consumir tamales?
Personas con problemas cardiovasculares, pues podría aumentar el riesgo de infarto debido al alto nivel de grasa que este contiene.
Personas con diabetes, ya que, al ser un alimento elaborado a base de masa, contiene muchos carbohidratos, los cuales podrían aumentar el nivel de azúcar en la sangre.
Ahora, hay muchos mitos mexicanos que envuelven a los tamales y que hasta hoy son creencias que muchos siguen:
Para que los tamales queden “bien”, es necesario persignar la masa.
Mientras se preparan los tamales se debe cantar para que no salgan agrios.
Si hay alguna persona “hambrienta” o que esté llorando en la casa, debe salirse porque, si no, quedan crudos los tamales.
Cuando los tamales están “haciéndose del rogar”, es decir, tardan en cocerse, se debe patear o zarandear la vaporera.
Una embarazada no debe hacer tamales porque quedan “pintos”, esto quiere decir partes cocidas y partes crudas, y si participa en la preparación debe atarse un listón rojo alrededor del vientre.
No se debe abrir la vaporera, durante la cocción porque se encelan y quedan “pintos”.
Staff Por la libre Puebla
